LAURA CEPEDA
Una mañana cualquiera; Eva una mujer de unos sesenta años, trabajadora social, soltera y sin hijos, va al mercado de su barrio a hacer la compra sin saber que acabará siendo noticia en los periódicos, al ser víctima de lo que ha sido una broma violenta e idiota.
Eva, herida de gravedad, es operada de urgencia y mientras la operan sueña, recuerda o inventa lo que ha sido su vida. Y esos sueños, recuerdos o invenciones son como muñecas rusas: caben unas dentro de las otras.
Su cuerpo está herido pero su cabeza está más viva que nunca. La línea entre realidad y sueño, entre vida y muerte, se va haciendo cada vez más tenue.